martes, 30 de diciembre de 2014

Mujer jóven tocando el virginal de pie, de Johannes Vermeer

Johannes Vermeer, un auténtico artista representante del Barroco holandés, pintó entre 1670 y 1672 este óleo de no más de 52 x 45 cm. Se cree que a pedido de un mecenas, Vermeer reprodujo una escena doméstica característica de esos tiempos.
El centro de la pintura encuentra a una mujer observando al espectador. Una silla, cuadros, piso de azulejos, zócalos y una ventana la envolverán en un escenario claramente burgués.
Los cuadros en la pared no pueden identificarse, pero se entiende que el de la izquierda representa un paisaje y el de la derecha se le atribuye a Cesar van Everdingen, quien representó a Cupido sosteniendo una carta.
El artista logra excelentes efectos con los colores, sin embargo en esta obra su paleta será limitada. Este cuadro da espacio a tonos brillantes, blancos, azules, amarillos, un tono de verde. Esto permite que el artista logre captar los detalles, por ejemplo, de la vestimenta de la mujer, de los marcos sobre la pared del fondo y hasta de la luz que entra en el ambiente y nos permite observar ese instante.
Un dato de color lo entrega el tono azul ultramarino, un pigmento bastante costoso en esa época y que se encuentra en los detalles de la silla que se ve en primer plano. Esto pudo haberle dado más valor a la obra.
El óleo es muy preciso en sus líneas rectas (pared, suelo, cuadros) y en sus líneas curvas (mujer, paisaje). Esto garantiza la exactitud de la escena que contiene en las sombras y en las luces un reflejo justo y casi fotográfico de la imagen. La perspectiva del artista devuelve una representación del mundo que es posible y visible.
Esta obra se encuentra en el salón 25 de la Galería Nacional de Londres, que reúne obras del siglo XVII que muestran el hogar y las costumbres domésticas de entonces.


Johannes Vermeer, Delft, Países Bajos (1632-1675)
Mujer jóven tocando el virginal de pie
1670 - 1672
Óleo sobre lienzo
Galería Nacional de Londres (National Gallery)

(Imagen obtenida desde el Sitio Oficial: Nationalgallery.org.uk)

viernes, 5 de diciembre de 2014

Impresionismo

El Impresionismo es un movimiento artístico que nace en Francia en el siglo XIX. Su principal objetivo fue retratar el mundo de un modo directo y, sobre todo, espontáneo. Esto significa reflejar lo que el autor observa en ese momento: la luz y los colores reales tal como son observados en ese instante preciso. La luz será el eje y se plasmará en la representación de los objetos bajo los efectos de esa luz. No importa el objeto en sí mismo, sino las variaciones de color que pueda sufrir al ir cambiando la luz. Los impresionistas no se ocuparán de los detalles, sino de la luz y los colores.
La belleza es reemplazada por la Libertad y esto se da por un contexto histórico particular que permite esa transición artística: el ferrocarril agrega velocidad (lo visto desde el tren es distorsionado por la ligereza del movimiento), la fotografía agrega instantes (la foto capta un momento), el óleo en tubo agrega el desplazamiento (el artista puede salir a la naturaleza a pintar), el reloj agrega tiempo (para ser eficaz y aprovechar aquello que está corriendo en las agujas se usará pinceladas rápidas).

Peyorativamente un crítico francés da nombre a este movimiento que crecerá en Europa de la mano de Monet, Renoir, Degas, Pissarro, Sisley, entre otros.
Manet será parte del Impresionismo a través de “Almuerzo sobre la hierba” (data de 1863 y está expuesto en el Museo de Orsay en París) y “El bar del Folies-Bergere” (de 1882, está presente en el Courtauld Institute of Art de Londres). Ambas pinturas revolucionaron ya que representan la vida tal cual es, sin adornos.
Renoir será impresionista sensual, por su obsesión con la figura desnuda de la mujer, y particular, por su paleta de colores vibrante y luminosa. Es recordado por sus obras, tales como “El Palco” (presente en el Courtauld Institute of Art de Londres) o “Bañistas” (exhibido en el Museo de Orsay).


Las Bañistas (1918-1919)
Degas hará eco del Impresionismo en la forma (más que en el color). El Museo del Louvre en París conserva “Mujer peinándose” como una representación gráfica de su participación en el movimiento.


Mujer peinándose
Entre los museos que tienen obras representativas del Impresionismo se puede nombrar las galerías de André Meyer en el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, el Museo de Orsay y el Museo Marmottan-Monet en París, The Wallace Collection en Londres, el Museo Pushkin en Moscú, el Kunstmuseum en Berna, el museo Thyssen en Madrid, el museo de Arte Occidental y el Museo Nacional de Arte moderno en Tokio y la Galería Nacional de Arte en Canberra. 
En Europa se encuentran obras de diferentes autores impresionistas en diversos museos de Francia, Inglaterra, Rusia, Suiza, Alemania y Dinamarca para dar cuenta de esta representación artística que se permitió representar lo que la retina percibe.

Edouard Manet, París, Francia (1832-1883)
Almuerzo sobre la hierba
1863
Óleo sobre lienzo
Museo de Orsay en París

(Imagen obtenida desde wikipedia.org)